Quinta Enseñanza
Las Almas del Purgatorio no pueden hacer nada por si mismas
Noviembre 14, 1900. V4.
Jesús la transporta al Purgatorio.
“…Después me ha transportado dentro de un jardín en el que sobresalía un edificio grandísimo, como si fuera un monasterio, poblado de tanta gente que resultaba difícil contarla.
Mi adorable Jesús a la vista de aquella gente se volteó de espaldas y se abrazó a mí, poniendo su cabeza apoyada en mi hombro junto al cuello y me ha dicho:
“Amada mía, no me las hagas ver, de otra manera sufriría mucho.”
También yo lo abracé, y acercándome a una de aquellas almas he dicho:
“Al menos decidme quiénes sois.”
“Todas somos almas purgantes, y nuestra liberación está condicionada a la satisfacción de aquellos piadosos legados que dejamos a nuestros sucesores, y como no se satisfacen nosotras estamos obligadas a estarnos aquí, lejos de nuestro Dios; qué pena es para nosotras, porque Dios es para nosotras un Ser necesario, del cual no podemos prescindir, sentimos una continua muerte que nos martiriza en el modo más despiadado, y si no morimos es porque nuestra alma no está sujeta a eso; así que dolientes como estamos, quedando privadas de un objeto que forma toda nuestra vida, imploramos a Dios que haga sentir a los mortales una mínima parte de nuestras penas, con privarlos de lo que es necesario al mantenimiento de la vida corporal, a fin de que aprendan por su propia cuenta cómo es doloroso el estar privado de lo que es absolutamente necesario.”
Después de esto el Señor me ha transportado a otra parte, y yo sintiendo compasión por aquellas almas he dicho:
“¡Cómo, oh mi buen Jesús! Volteaste tu rostro de aquellas almas benditas que tanto te suspiran, mientras que bastaba sólo hacerte ver para hacer que quedaran libres de las penas y quedarán beatificadas.”
Y Él: “Ah hija mía, si Yo me mostrase a ellas, como no están del todo purgadas no habrían podido sostener mi presencia, y en vez de arrojarse entre mis brazos, confundidas se habrían retirado y no habría hecho otra cosa que acrecentar mi martirio y el suyo. Por eso hice así.”
Dicho esto ha desaparecido.
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