Entradas populares

ROSARIO MEDITADO EN LA DIVINA VOLUNTAD - GOZOSOS

 

 

SANTO ROSARIO MEDITADO
EN LA DIVINA VOLUNTAD

MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y sábado)

ORACIONES INICIALES:
(+) Por la señal…

Preces iniciales.
Te doy gracias ¡Oh Jesús mío!, por haberme llamado a unirme a ti por medio de la oración; tomo tus pensamientos, tu lengua, tu corazón y con ellos quiero orar, fundiéndome del todo en tu Voluntad y en tu amor.
Quiero meditar conservando amorosamente en mi corazón, el infinito tesoro de tú Vida y la de nuestra Madre Celestial, al acompañarlos en estos Misterios.
Quiero sellar todos mis actos con un “Te amo, te adoro, te bendigo, te doy gracias, por mí y por todos” de modo que en todos ellos encuentres mi amorosa compañía; y es mi intención pedir a mi Papá Dios, junto contigo, con mi mamita María, con Luisa, con todos los Ángeles y santos y con toda la Creación que “Venga su Reino y que Su Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra”. Amén.
Gloria al Padre…

Acto de Contrición en la Divina Voluntad
Dios mío, perdóname; yo tuve la osadía de ofenderte y de rebelarme contra Ti, en el instante mismo en que Tú me amabas. Me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Te ruego, Te suplico me concedas tu amargura, a fin de poder dolerme con ese mismo dolor con el que Tú Te doliste por mis pecados, dolor tan grande e intenso que Te hizo sudar Sangre. Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús el suspirado perdón. Yo propongo y prometo, del modo más enérgico y absoluto, no pecar ya nunca más. Amén.

Oración:
Me sumerjo en la Divina Voluntad y mientras rezo el Santo Rosario, lo multiplico hasta el infinito para darle a nuestra Señora, todos los rosarios que ella ha pedido y más aún, invoco a todas las almas a rezar diaria y devotamente el rosario y vuelvo hacer todos los rosarios en la Divina Voluntad, para hacerlos perfectos y completos ante Dios.

Ofrezco este Rosario por todas las intenciones del Doloroso e Inmaculado Corazón de María y nuestras intenciones.
(Pausa, aquí se ponen las intenciones).

Al ofrecer el Credo, me propongo hacer un acto perfecto de la fe en nombre de todas las criaturas, convocando a todas las almas, a la luz de la verdadera fe, en la Santa Iglesia Católica y a pedir perdón y hacer reparación por todo el ateísmo y las falsas creencias.

Credo
Creo en Dios Padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todo poderoso, desde ahí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

(Sea consciente que el poder de la Divina Voluntad, lo hace a usted estar presente en cada misterio, como está ocurriendo, por esta razón los giros se hacen en tiempo presente. Siéntase libre de utilizar los suyos, según lo inspire el Espíritu Santo.)

PRIMER MISTERIO

EL ANUNCIO DEL ÁNGEL Y LA ENCARNACIÓN DEL VERBO DIVINO EN LAS ENTRAÑAS VIRGINALES DE NUESTRA SANTÍSIMA MADRE.

Celestial Mamá, que grande fue tu asombro cuando escuchaste el anuncio del Padre en la voz del Arcángel cuando te dijo: “Eres la llena de Gracia, concebirás al Hijo de Dios”. Al pronunciar tu Fiat Mihi, sentiste descender la potencia del Verbo encarnado que se formaba en la nada de tu vientre y en esa pequeña Humanidad de Jesús se daba vida a todas las almas haciéndote Madre de Dios, Madre nuestra y Reina de todos.

Dulce mamá, quiero quedar toda sellada con la potencia de tu Fiat, para darle a mi pequeño Jesús el alimento de tu amor en tu vientre materno, y sea renovada y fortalecida toda la familia humana en el amor divino de nuestro Jesús.
PADRE NUESTRO…

1. Pongo mi te amo, ¡oh Dios!, en todas las oraciones de la Virgen María, pidiéndote que envíes al anhelado Mesías, el Redentor.
Ave María....

2. Te amo en el saludo de San Gabriel en el día de la Anunciación: “Alégrate llena de gracia, el Señor es contigo”.
Ave María....

3. Te amo en la profunda humildad de María, que motiva en ella turbarse con estas palabras.
Ave María....

4. Te amo en las palabras de consuelo de San Gabriel: "No temas María porque has hallado gracia delante de Dios".
Ave María....

5. Te amo en el anuncio de San Gabriel: "Vas a concebir en tu seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús y su reino no tendrá fin".
Ave María....

6. Te amo en la pregunta de Virgen María: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?”.
Ave María....

7. Te amo en la respuesta de San Gabriel: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el que ha de nacer, ha de ser Santo y se llamará Hijo de Dios".
Ave María....

8. Te amo en la respuesta de la Gloriosa Virgen María: “Fiat Mihi Secundum Verbum Tuum”, “Hágase en Mí según tu palabra” y en el consiguiente prodigio de la Concepción del Verbo Eterno, en su vientre castísimo.
Ave María....


9. Pongo mi te amo, en la gran prueba que soporta San José, sin entender por qué, al ver a la Virgen María embarazada.
Ave María....

10. Te amo por enviar un Ángel, que le dice a San José en su sueño: “No temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo."
Ave María....

* Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el misterio de la Anunciación, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.
Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad.
Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.

SEGUNDO MISTERIO

LA VISITACIÓN DE NUESTRA MADRE SANTÍSIMA A SU PRIMA SANTA ISABEL

Mamá Santa al traer a Jesús en tu vientre materno, no te quedaste quieta, sino que con el fuego del amor divino que había en tu maternidad, ardías en deseos de llevar a Jesús para multiplicar su vida en todas las almas y así todos pudieran poseerlo y amarlo. Qué gran prodigio del amor divino de tu maternidad al tener la potencia de ser la portadora de Jesús y de darlo a quien quiera recibirlo y amarlo. Oh Madre Mía, deseo cada día, salir con alegría a tu encuentro para tomar a mi amado Jesús y darle mi vida completa.

Fija sus rayos divinos en mí, como lo hizo con el pequeño Juan, y así, con tu amor materno, pueda ser portadora de Jesús para llevarlo a todas las almas dispuestas a ser santificadas, y rebosantes de gratitud reconozcamos humildemente a Dios con el canto del Magníficat, las grandes maravillas que Dios ha hecho en todos sus hijos.
PADRE NUESTRO…

1. Te amo mi Dios en San Juan, saltando de gozo en el vientre de Isabel, en cuanto oyó Isabel el saludo de María.
Ave María....

2. Te amo en Isabel exclamando en alta voz: "Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre".
Ave María....

3. Te amo en cada palabra del Magníficat con que María responde a la alabanza de Isabel.
Ave María....

4. Te amo en la paz que la presencia de María trae a la casa de Isabel.
Ave María....

5. Te amo en los dolores que Isabel y todas las mujeres sufren al dar a luz.
Ave María....

6. Te amo en Isabel al evitar que su hijo recién nacido se llamara Zacarías, diciendo: "Se ha de llamar Juan".
Ave María....

7. Te amo en Zacarías pidiendo una tablilla para escribir: "Juan es su nombre".
Ave María....

8. Te amo en cada palabra del cántico Benedictus con que entonces Zacarías bendice a Dios y al punto se abrió su boca y su lengua se soltó. Ave María....

9. Te amo en la respuesta de todos los que oyen estas cosas, pues qué será de este niño, porque en efecto, la mano del Señor estaba con él.
Ave María....

10. Te amo en el viaje de regreso de María a Nazaret.
Ave María....

Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el misterio de la Visitación, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.
Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad.
Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.

TERCER MISTERIO

EL NACIMIENTO DEL NIÑITO JESÚS ENTRE LOS HOMBRES

Oh desahogo de amor Divino de la Santísima Trinidad hacia las almas, que fue la causa del nacimiento de Jesús. En ese desahogo de amor nació el Hijo de Dios del seno de su Madre Santísima para renacer en todas las almas. ¡Oh Madre llena de Gracia! Con que encanto estrechabas en tu Corazón al recién nacido Jesús con tantas alegrías en tus brazos, no dejabas de adorarlo en cada uno de tus actos.

Pero te viste en la necesidad de privarte de tu amado recién nacido, para acostarlo en el pesebre y arrodillada humildemente te postraste para alabarlo y ponerlo a la disposición de todos.

Madre mía, deseo poseer a Jesús como Rey de mi vida, permite que sea mi dulce prenda de amor, conocer sus excesos de amor para que quede concebido en nuestras almas, se agrande y renazca en nuestra mente, en la boca, en las obras y en todos nuestros movimientos para la mayor Gloria de Dios y extensión de su Reino.
PADRE NUESTRO…

1. Te amo Jesús por los nueve meses que estuviste en el vientre de María y uno mi amor al amor que recibías entonces de tu Madre.
Ave María....

2. Te amo en la Virgen María montada sobre el burro, por todas las inclemencias que sufrió en el camino y en todas las alabanzas que te dirigió en la unión de los dos corazones.
Ave María....

3. Te amo Jesús en el cuidado que te daban San José y la Virgen María y su preocupación de ofrecerte un lugar digno de un rey.
Ave María....

4. Te amo Jesús y te reparo por todas las personas que dicen no tener posada y por todos los seres humanos que desde entonces te han negado posada en sus corazones.
Ave María....

5. Te amo Jesús en el cuidado de San José en estar limpiando la cueva, anticipando el nacimiento de su Creador y su Rey.
Ave María....

6. Te amo Jesús en el instante mismo que saliste del seno de la Virgen María y en las primeras miradas de amor que intercambiaron.
Ave María....

7. Te amo Jesús, en el centellar de los rayos de la estrella sobre el pesebre y poniendo mi voz en ella te digo: "Gracias por crearme, bienvenido a la tierra".
Ave María....

8. Te amo Jesús en el momento en que San José te tomó entre sus brazos por primera vez.
Ave María....

9. Te amo mi Dios en el envío de los ángeles a los pastores y en sus palabras anunciando que el Salvador había nacido: "Gracia y paz a los hombres de buena voluntad".
Ave María....

10. Te amo Jesús en la adoración de María y de San José, de los ángeles y los pastores y pongo mi voz en los corderitos que dicen: "Gracias mi Rey por hacerme representante del Cordero de Dios".
Ave María....

* Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el misterio de la Santa Natividad, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.
Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad.
Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.

CUARTO MISTERIO

LA PRESENTACIÓN DEL NIÑITO JESÚS EN EL TEMPLO

Madre del Cielo, a pesar de tantos portentos que la divinidad derramó en ti por Gracia no te negaste a obedecer las leyes humanas cuando te pedían que presentaras a tu Hijo en el Templo.

Cómo quedó desgarrado tu corazón de Madre cuando el Sacerdote Simeón, después de reconocer al Hijo de Dios hecho carne y de ofrecerlo como víctima al Padre Eterno por la salvación de todos, profetizó tus tantos dolores que hacían resonar en tu alma el dolor de tantas espadas que traspasarían tu corazón.

Madre mía, cuanta correspondencia encontró en ti el Fiat Divino, que a pesar de tanto dolor, puso a tu disposición la potencia de su fuerza, su santidad que te sostuvo y te dio vida para formar en ti el Reino de los dolores de su Voluntad Divina.

Mamá, permíteme tomar voluntariamente la moneda de la cruz, para que haciéndola de madre, también pague la deuda de todos tus hijos que no toman los bienes de la Redención y de la Santificación.
PADRE NUESTRO…

1. Te amo mi Dios en la Sagrada Familia visitando el templo 40 días después del Nacimiento de Jesús para cumplir la ley de Moisés.
Ave María....

2. Te amo en Simeón cuando movido por el Espíritu, vino al templo.
Ave María....

3. Te amo en revelarle a Simeón, que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
Ave María....

4. Te amo en su cántico de gozo al tomar en sus brazos al Santo Niño: "Ahora Señor puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz".
Ave María....

5. Te amo en cada repetición de este cántico a través de los siglos.
Ave María....

6. Te amo en la afligida profecía de Simeón: "Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel y como signo de contradicción".
Ave María....

7. Te amo en María heroicamente cargando por 30 años el conocimiento de esta profetizada tristeza.
Ave María....

8. Te amo en María sufriendo heroicamente el cumplimiento de esta profetizada tristeza, en la vida pública de Jesús, en su pasión y en su muerte.
Ave María....

9. Te amo en las palabras de la profetiza Ana, quien hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Ave María....

10. Te amo en los ayunos y oraciones de Ana y también en aquellos de todas las demás almas.
Ave María....

* Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el misterio de la Presentación de Nuestro Señor y la Purificación de María, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.
Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad.
Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.

QUINTO MISTERIO

EL NIÑITO JESÚS PERDIDO Y ENCONTRADO EN EL TEMPLO

Dolorosa Mamá, son tus ojos que movidos por tu corazón no paraban de buscar a Jesús en el momento en que se perdió entre la muchedumbre. San José y tu sintieron un dolor tan profundo que preguntaban con ansias a todos cuantos encontraban.

Oh potencia del dolor divino, que supera en gran magnitud a todos los dolores humanos reunidos, así fue tu dolor Madre mía, tan potente e inmenso que solamente el Fiat Divino te podía sostener.

Tres días duró la agonía, hasta encontrar en Jerusalén a Jesús en medio de los doctores de la ley, regresó tu vida, tu Jesús, e inmediatamente el Fiat Divino te hizo comprender la razón de su pérdida: la obediencia al Padre.

Madre mía, no permitas que jamás me pierda de Jesús y de ti, enséñame a conocer la verdadera disposición de sacrificar mi misma vida para solo vivir exclusivamente del Querer Divino.
PADRE NUESTRO…

1. Te amo mi Dios en tu recién cumplida edad de 12 años donde según la costumbre, se debía ir a Jerusalén para celebrar solemnemente la Pascua.
Ave María....

2. Te amo cuando San José y la Virgen después de haber cumplido su deber en el templo y de haber celebrado la pascua se dispusieron a regresar a Nazaret.
Ave María....

3. Te amo en el estupor que sintieron José y María cuando reuniéndose nuevamente en el lugar donde debían encontrarse no vieron a Jesús con ellos.
Ave María....

4. Te amo en el abatimiento del dolor tan profundo y la angustiosa búsqueda cuando preguntaban con ansias a cuantos encontraban; “decidnos si habéis visto a Jesús nuestro Hijo porque no podemos vivir sin El”.
Ave María....

5. Te amo en el llanto de María al describir a otros los rasgos tiernos de Jesús de una madre enamorada de su Hijo.
Ave María....

6. Te adoro y te amo en los espasmos de muerte y los desgarros profundos del corazón de tu Madre que le ocasionaba el saber que nadie sabía de Jesús.
Ave María....

7. Te amo, en el regreso a Jerusalén por haber sido inútil la búsqueda, después de tres días de amargos suspiros, lágrimas, ansias y temores.
Ave María....

8. Te amo en el júbilo que causó a María el encuentro de su Hijo Jesús, que estaba en medio de los doctores de la ley.
Ave María....

9. Te amo Dios en las palabras de Jesús a los sacerdotes en el templo y reparo por los sacerdotes que no predican con tanto fervor y amor al Padre Eterno.
Ave María....

10. Te amo Jesús en tus palabras a tu Madre y a San José: “Por qué me buscaban, no sabían que tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre”.
Ave María....

Y en todos los actos de Divina Voluntad, encontrados en el misterio del hallazgo del Niño Jesús, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.
Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad.
Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.

ORACIONES FINALES

Por las intenciones del Santo Padre y para obtener la indulgencia concedida al Santo Rosario:
Padre nuestro…

1.- Dios te Salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima y castísima antes del parto, en Tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de Gracia…

2.- Dios te Salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima y castísima en el parto, en Tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de Gracia…

3.- Dios te Salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima y castísima después del parto, en Tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de Gracia…

Letanías

Señor, extiende Tu Reino
Cristo, extiende Tu Reino
Señor, extiende Tu Reino

Cristo óyenos, Cristo óyenos
Cristo escúchanos, Cristo escúchanos

Dios Padre celestial,
R. extiende Tu Reino
Dios Hijo redentor del mundo, extiende…
Dios Espíritu Santo, extiende…
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, extiende…

Santa María,
R. Ruega por el Reino
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virginal,
Madre inmaculada,

Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de la Iglesia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,

Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,

Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,

Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,

Reina de todos los santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina elevada al cielo,
Reina del santísimo rosario,
Reina de las familias,
Reina de la paz,

Reina y Madre de la Divina Voluntad

V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,

R. perdónanos, Señor


V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,

R. escúchanos, Señor


V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten R. piedad de nosotros.

Oración:
Padre mío Todopoderoso, Majestad Suprema; por el mérito de la perfecta sumisión con la cual Jesús, nuestro Salvador, acepta el cáliz de su Pasión; por la conformidad de su Divina Madre a tu Voluntad Santa y por la perfecta obediencia de San José a todas tus órdenes: concédenos la gracia de hacer todos nuestros actos, y hasta el último, en tu Santísima, Justicia y Adorabilísima Voluntad, tal como se cumple en el cielo. Amén.

Salve Regina:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

(+) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

CONSAGRACIÓN DE LA PROPIA VOLUNTAD
A LA REINA DEL CIELO

Mamá dulcísima, heme aquí ́ ante los pies de vuestro trono postrada, soy tu pequeño hijo que quiero darte todo mi amor filial, y como hijo tuyo quiero entrelazar todas las oraciones, todas las jaculatorias, mis promesas que tantas veces he hecho, de no hacer jamás mi voluntad, y formando corona quiero ponerla en tu seno como testimonio de amor, de agradecimiento a mi Mamá.

Pero eso no basta, quiero que la tomes entre tus manos como señal de que aceptas mi don, y el toque de tus dedos maternos me la convierta en tantos soles, al menos por cuantas veces he tratado de hacer la Voluntad Divina en mis pequeños actos.

¡Ah! sí Madre Reina, tu hijo quiere darte los homenajes de luz y de soles fulgidísimos, sé que Tú tienes muchos de estos soles, pero no son los soles de tu hijo, en cambio yo quiero darte los míos, para decirte que te amo y para comprometerte a amarme.

Mamá Santa, Tú me sonríes y con toda bondad aceptas mi regalo, y yo te agradezco de corazón, pero quiero decirte tantas cosas, quiero encerrar en tu corazón materno mis penas, mis temores, mis debilidades, todo mi ser como lugar de refugio, quiero consagrarte mi voluntad.

¡Ah! Mamá mía, acéptala, haz un triunfo de la gracia y un campo donde la Divina Voluntad extienda su reino.

Ésta mi voluntad a ti consagrada nos volverá ́ inseparables y nos tendr
á ́ en continua relación, las puertas del Cielo no se cerrarán para mí, porque habiéndote consagrado mi voluntad, a cambio me darás la tuya, así ́ que, o la Mamá vendrá ́ a estarse con su hija en la tierra, o la hija irá a vivir con su Mamá en el Cielo, ¡oh! cómo seré́ feliz.

Escucha Mamá queridísima, para hacer más solemne la consagración de mi voluntad a ti, llamo a la Trinidad Sacrosanta, a todos los ángeles, a todos los santos, y ante todo protesto, y con juramento, el hacer solemne consagración de mi voluntad a mi Mamá celestial.

Y ahora Soberana Reina, para concluir te pido tu santa bendición para mí y para todos, tu bendición sea celestial rocío que descienda sobre los pecadores y los convierta, sobre los afligidos y los consuele, descienda sobre el mundo entero y lo cambie al bien, descienda sobre las almas del purgatorio y apague el fuego que las quema, tu bendición materna sea prenda de salvación a todas las almas. Amén.

CONSAGRACIÓN A JESÚS REY DEL UNIVERSO
¡Oh Jesús! Rey de Reyes, Dios de bondad, de amor y de misericordia; yo adoro, amo, agradezco, glorifico, tu Voluntad Santísima emanada de tu omnipotencia, guiada por tu sabiduría y acompañada por tu bondad y tu amor. En todo lugar y en todo tiempo, sea en la alegría, en el dolor, tu Santísima Voluntad y tu divino amor, sean las estrellas que mire, la ley que me gobierne, el aire que respire, el latido de mi corazón, la sustancia y la vida de mi vida.

Con esta finalidad, uno todas mis oraciones y acciones a las tuyas, toda mi vida a la tuya, así mismo a las de la Virgen Santísima, Madre tuya y Madre mía, a las de San José y a las de todos los elegidos que ha habido y habrá, con todo el bien pasado y futuro, que es posible en el cielo y en la tierra.

Yo consagro y dono todo yo mismo cuanto soy, cuanto tengo, cuanto me pertenece, cuantos me son queridos, mi vida, mi muerte, mi eternidad, todo lo que has creado y crearás a tu Supremo Querer y a tu infinito amor y te pido ¡oh Sabiduría Increada! que me escribas con caracteres indelebles en tu adorable Corazón, como hijo amoroso y celoso de tu Divino Querer y de tu purísimo amor.

Cumplo este ofrecimiento y donación en la potencia del Padre, en la sabiduría del Hijo y en la virtud del Espíritu Santo, a nombre mío y a nombre de todas las criaturas para obtener el advenimiento y expansión del Reino de la Divina Voluntad y de tu divino amor en la tierra.

Haz ¡oh mi Señor! que toda boca y de todo corazón, como de un Sagrado Altar, se eleve continuamente al Cielo la oración que Tú mismo por primero dirigiste al Padre: "Venga tu Reino y hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo". Así sea. FIAT
FIAT SIEMPRE

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario