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ROSARIO MEDITADO EN DIVINA VOLUNTAD-MISTERIOS DOLOROSOS




SANTO ROSARIO MEDITADO EN DIVINA VOLUNTAD 



MISTERIOS DOLOROSOS
(Martes y viernes)

Para dar junto con nuestra madre dolorosa la correspondencia de amor a Jesús por el dolor de su pasión.

Afligida Mamá, es tan grande el dolor entre tu Hijo y tu corazón de Madre que los hace inseparables en la Divinidad y sentiste los dolores intensos de la agonía de Jesús en esta hora de la pasión en el Huerto de Getsemaní, donde Jesús ha vivido las muertes más profundas hasta sudar sangre, la opresión del completo abandono de todos.


PRIMER MISTERIO


LA ORACIÓN EN EL HUERTO

Angustiada Mamá, permíteme consolarte aceptando y compartiendo las penas de mi Jesús, beber junto con mi Jesús aunque sea una gota del cáliz de sus amarguras y asegurarte que no voy a dejarlo solo en su agonía.
PADRE NUESTRO.....

1. Para traerte consuelo en el Huerto mi Jesús te ofrezco a tu querida Madre generosamente compartiendo contigo esta mortal agonía. Ave María...
2. Te amo mi Jesús en las palabras que dirigiste a tus discípulos “Mi alma está triste hasta la muerte, quédense aquí y velen conmigo” Ave María...
3. Te amo mi Jesús, te compadezco por las palabras que dirigiste a tu Padre: “Padre si es posible que pase de mi este Cáliz pero que no se haga como yo quiero sino como lo quieres Tú”. Ave María...
4. Te amo mi Jesús cuando volviste al lugar donde estaba Pedro, Santiago y Juan y los encontraste dormidos y les dijiste: “Velen y oren para que no caigan en tentación, porque el espíritu es pronto, pero la carne es débil”. Ave María...
5. Te ofrezco todos los besos castos de tu Madre y los besos de todas las almas por todos los siglos en reparación del traidor beso de Judas. Ave María...
6. Pongo mi Te amo en tus amables palabras a Judas: “Amigo, ¿con qué propósito has venido?” Ave María...
7. Te amo en tus palabras a Pedro: “vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen la espada, a espada perecerán”. Ave María...
8. Te amo en tus Palabras YO SOY ante lo cual tus enemigos retrocedieron y cayeron en tierra. Ave María...
9. Te amo y Te compadezco en la pena y soledad que sentiste cuando los apóstoles temerosos se dispersaron cada uno por su lado dejándote solo. Ave María...
10. Te amo mi Jesús por cuando te llevaron a casa del sumo sacerdote Caifás donde estaban reunidos los judíos para juzgarte. Ave María...

* En todo lo que padeciste y reparaste en tu agonía en el huerto de Getsemaní, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.  Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.


SEGUNDO MISTERIO

LA FLAGELACIÓN DE Jesús

Traspasada Mamá, tú te flagelaste con tu Hijo Jesús, cada golpe que recibía era una nueva herida para tu corazón. Mi Jesús quiso formar tantas llagas en su cuerpo para que sean suficientes moradas para todas las almas, de modo de que en Él mismo encontremos la Salvación.

Adolorida Mamá, permíteme tomar a Jesús entre mis brazos para recibir cada golpe de flagelo que Él vivió por mí y por todos, y repare junto con Él cada pecado, y que estos golpes golpeen los corazones de las criaturas para que les hablen del más grande Amor y las fuercen a rendirse al verdadero Amor.
PADRE NUESTRO…

1. Te amo mi Jesús, en tu deseo de formar en tu cuerpo como tantas llagas para ser suficientes moradas para todas las almas en el cielo de tu humanidad, de tal manera que conformen su salvación. Ave María...
2. Te amo Jesús en tu acto de hacer reparación mientras eras despojado de tus vestiduras por tantos que se despojan de todo pudor, de candor y de inocencia, que se desnudan de toda virtud y de tu Gracia. Ave María...
3. Te amo en tu deseo de ser despojado incluso de tu carne y de tu sangre para vestirnos nuevamente en la noble y real vestidura de tu Santísima Voluntad. Ave María...
4. Pongo mi te amo Jesús en cada partícula de las sogas con que te amarraron apretadamente para hacer de ellas un abrazo reconfortante. Ave María...
5. Pongo mi te amo en la sangre que brotó en la punta de tus dedos por la fuerza con que apretaron las sogas que amarraron tus brazos. Ave María...
6. Pongo mi beso de amor en los crueles látigos que utilizaron a fin de darte un beso de amor divino y eterno en cada azote. Ave María...
7. Para curarlos pongo mi beso de reparación en cada una de las incontables heridas abiertas en tu sagrado cuerpo. Ave María...
8. Adoro y amo cada una de las gotas de sangre fluyendo tan profundamente de esas heridas. Ave María...
9. Adoro y amo los pedazos de tu carne rasgada en la flagelación. Ave María...
10. Te amo y te compadezco mi Jesús en la muerte que sientes por el dolor de ver a las almas condenadas en los mismos pedazos de carne arrancados de ti, por eso yo grito junto contigo: ¡Que no se pierdan las almas! Ave María...

* En todos los actos de la flagelación Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.  Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.


TERCER MISTERIO

LA CORONACIÓN DE ESPINAS

Madre Dolorosa, que penas tan grandes sufres al ver a tu hijo chorrear su sangre de su Santísima Cabeza y mi Jesús te comparte el dolor de cada espina que no solo punza Tu cabeza sino Tu corazón para constituirse Rey de cada corazón.

Mamá Dolorosa, dame las espinas de mi Jesús para que Jesús punce mi corazón en señal de que Él es mi Rey y nada entre en mí. Dame la potencia para correr por todos los corazones y punzándolos haz que salgan de ellos todos los humos de soberbia y la podredumbre que contienen para constituirse Rey en todos.
PADRE NUESTRO…

1. Te amo y Te adoro mi Jesús por sufrir voluntariamente por nosotros la cruel coronación de espinas. Ave María...
2. En las falsas y burlonas adoraciones que te ofrecen pongo el amor verdadero y la adoración que todas las criaturas te deben. Ave María...
3. En el carrizo vacío que te dan como cetro, coloco el natural sometimiento que todas las criaturas te deben. Ave María...
4. Dejo un manto real con mi te amo y te adoro para ponerlos sobre tus hombros y protegerte del harapo mugroso que te dan burlonamente. Ave María...
5. Coloco los besos y caricias de tu Santísima Madre en las cachetadas y escupitajos con que te cubren la cara. Ave María...
6. Coloco mi te amo en el silencio con que respondes a las violentas preguntas de Pilatos al aparecer coronado de espinas ante él. Ave María...
7. Te amo en las palabras que le dices: “No tendrías ante mi ningún poder si no se te hubiera dado de lo alto”. Ave María...
8. Te amo en tu labor de hacer reparación en este misterio por las injusticias de los que mandan. Ave María...
9. Te amo y Te agradezco por enseñarnos en este misterio que solamente la virtud es la que constituye al hombre como rey de sí mismo. Ave María...
10. Te amo y Te agradezco por enseñarles a todos aquellos que gobiernan que la virtud al recto saber es la única digna capaz de gobernar y regir a los demás. Ave María...

* En todo lo que padeciste y reparaste con la coronación de espinas, Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro.  Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.

CUARTO MISTERIO

JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS

Madre, fuente de amor al tomar tu Hijo la Cruz en el camino del calvario tú vas en su búsqueda y sientes sus penas, sientes en tu corazón el suyo lacerado, herido y por el común amor que se tienen, quieres a toda costa verlo, abrazarlo pero los soldados lo impiden, entonces Tú Mamá dolorosa lo que no haces con el cuerpo porque te ves imposibilitada lo haces con el alma, y besas, reparas, curas y en todas sus llagas derramas el bálsamo materno y doloroso amor.
Jesús, amor insaciable, yo también me uno con la traspasada Mamá, hago mías tus penas en cada gota de tu sangre y en cada una de tus llagas quiero hacerte de madre junto con Ella y reparar por todos los que rechazan su cruz y se obstinan por su pecado.
PADRE NUESTRO…

1. Coloco mi beso de amor y gratitud en cada astilla de la cruz para retornar los besos que tú le das cuando la recibes. Ave María...
2. Te amo y adoro tu invencible amor que te da fuerza para soportar la cruz cargada con los pecados del mundo. Ave María...
3. Te amo en el envío de la Gracia a Verónica impulsándola a ofrecerte valientemente su velo. Ave María...
4. Coloco mi te amo en cada fibra de su velo para darte mayor consuelo al limpiarte el rostro. Ave María...
5. Te amo Jesús en la compasión que sientes al encontrarte con las mujeres que lloran por ti. Ave María...
6. Para consolarte te ofrezco todos tus verdaderos amigos alrededor de los siglos fielmente cargando sus cruces diarias. Ave María...
7. Para causarte el mayor consuelo te ofrezco los más profundos actos de adoración de tu Madre, en los cuales Ella se funde en ti al encontrarte en la vía dolorosa. Ave María...
8. Te amo Jesús en cada caída que tuviste camino al Calvario y me uno a las reparaciones que ofreciste a tu Padre en cada una de ellas. Ave María...
9. Te amo Jesús en la herida oculta de tu hombro por el peso de la cruz y hago reparación por los pecados ocultos de la humanidad. Ave María...
10. Te amo Jesús cuando habiendo llegado al Monte Calvario fuiste despojado de tus vestiduras. Ave María...

* Por todo lo que padeciste y reparaste con el Amor a la Cruz te doy mi Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro. Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.


QUINTO MISTERIO

CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE JESÚS

Crucificado Jesús, continúas agonizando en la Cruz pero tu amor quiere dar cumplimiento a todo, por eso también tu Madre agoniza y adora tus llagas sangrantes, tus miembros lacerados y agradece por nuestra Redención. La traspasada Mamá ha sufrido tantas muertes y penas en su Corazón Inmaculado por cuantas penas vio en su Hijo y Dios: sus mismos vestidos están llenos de sangre que está derramada por todo el Calvario.

Madre mía quiero tomar junto contigo la Sangre de Jesús para derramarla a todos tus Hijos y si vemos que hay almas a punto de caer en el infierno, démosles esta Sangre Divina que contiene el precio de la Redención. Madre mía, permíteme ser sepultada junto a mi Jesús para después resucitar con Él y con todo lo que es suyo.
PADRE NUESTRO…

1. Presento a ti cada ofrenda de las divinas alabanzas en reparación por las palabras blasfemas y llenas de odio que te son lanzadas. Ave María...
2. Te amo y te compadezco mi Jesús en el dolor que sufres al traspasar los clavos tus manos y tus pies. Ave María...
3. Te amo y te compadezco en el dolor de tu respiración dificultosa. Ave María...
4. Te amo y te compadezco en el dolor de tus músculos acalambrados y temblorosos. Ave María...
5. Te amo y te compadezco en el dolor de tus alternantes escalofríos y fiebre. Ave María...
6. Te amo y te compadezco en el dolor de tu inmensa sed provocada por la pérdida de sangre. Ave María...
7. Te amo y te compadezco en el dolor de tu insaciable sed por las almas, pues mientras mueres con atroces dolores todavía ves que no todas las almas se incorporarán a ti. Ave María...
8. Te amo y te compadezco en el dolor que sufres al ver que tus enormes dolores se reflejan en el tierno corazón de tu Madre. Ave María...
9. Te amo y te agradezco por las siete últimas palabras que dices desde la cruz especialmente cuando señalando a Juan le dijiste a María: “Mujer ahí está tu Hijo”, convirtiéndola así en Madre de toda la Humanidad. Ave María...
10. Para traerte consuelo por todos estos dolores, te ofrezco el heroísmo, la fidelidad y el amor valiente de tu Santa Madre al estar al pie de tu cruz. Ave María...

* En todos los actos encontrados y padecidos en tu crucifixión Te amo, Te adoro, Te agradezco, Te alabo y Te glorifico mientras oro. Gloria…

- Jesús, yo creo en tu amor por mí; hago mío a todo y a todos en tu Voluntad porque te amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte por mí y por todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.

- María, Reina de la Divina Voluntad. Ruega por nosotros.

- Suprema Majestad, como tu pequeño niño, me pongo sobre tus rodillas paternales, para ofrecerte todos los actos de la Divina Voluntad, encontrados en este misterio, junto con todos mis actos de amor recíproco. Que, en nombre de todas las criaturas, abracen estos actos tu misericordia, salvación y santificación para todas las criaturas, para que muy pronto se extienda el completo triunfo de la Divina Voluntad en mí y en todas las almas. Amén.

ORACIONES FINALES

Por las intenciones del Santo Padre y  para obtener la indulgencia concedida al rezo del Santo Rosario:
Padre nuestro…

1.- Dios te Salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima y castísima antes del parto, en Tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de Gracia…

2.- Dios te Salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima y castísima en el parto, en Tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de Gracia…

3.- Dios te Salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima y castísima después del parto, en Tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de Gracia…

4.- Dios te Salve María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la mancha del pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amén.


Letanías

Señor, ten piedad de nosotros (se repite)
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros

Cristo óyenos, R. Extiende Tu Reino.
Cristo escúchanos, R. Extiende Tu Reino.

Dios Padre celestial, R. Extiende Tu Reino.
Dios Hijo redentor del mundo, R. Extiende Tu Reino.
Dios Espíritu Santo, R. Extiende Tu Reino.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, R. Extiende Tu Reino.
Santa María, R. Ruega por el Reino.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virginal,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de la Iglesia,

Virgen prudentísima, R. Ruega por el Reino.
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,

Espejo de justicia, R. Ruega por el Reino.
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,

Reina de los ángeles, R. Ruega por el Reino..
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina elevada al cielo,
Reina del santísimo rosario,
Reina de las familias,
Reina de la paz,
Reina y Madre de la Divina Voluntad, R. Ruega por el Reino.

V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, 
R. perdónanos, Señor

V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, 
R. escúchanos, Señor

V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, 
R. ten piedad de nosotros.

Oración:
Padre mío Todopoderoso, Majestad Suprema; por el mérito de la perfecta sumisión con la cual Jesús, nuestro Salvador, acepta el cáliz de su Pasión; por la conformidad de su Divina Madre a tu Voluntad Santa y por la perfecta obediencia de San José a todas tus órdenes: concédenos la gracia de hacer todos nuestros actos, y hasta el último, en tu Santísima, Justicia y Adorabilísima Voluntad, tal como se cumple en el cielo. Amén.

Salve Regina:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

(+) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

CONSAGRACIÓN DE LA PROPIA VOLUNTAD
 A LA REINA DEL CIELO

Mamá dulcísima, heme aquí ́ ante los pies de vuestro trono postrada, soy tu pequeño hijo que quiero darte todo mi amor filial, y como hijo tuyo quiero entrelazar todas las oraciones, todas las jaculatorias, mis promesas que tantas veces he hecho, de no hacer jamás mi voluntad, y formando corona quiero ponerla en tu seno como testimonio de amor, de agradecimiento a mi Mamá.

Pero eso no basta, quiero que la tomes entre tus manos como señal de que aceptas mi don, y el toque de tus dedos maternos me la convierta en tantos soles, al menos por cuantas veces he tratado de hacer la Voluntad Divina en mis pequeños actos.

¡Ah! sí Madre Reina, tu hijo quiere darte los homenajes de luz y de soles fulgidísimos, sé que Tú tienes muchos de estos soles, pero no son los soles de tu hijo, en cambio yo quiero darte los míos, para decirte que te amo y para comprometerte a amarme.
Mamá Santa, Tú me sonríes y con toda bondad aceptas mi regalo, y yo te agradezco de corazón, pero quiero decirte tantas cosas, quiero encerrar en tu corazón materno mis penas, mis temores, mis debilidades, todo mi ser como lugar de refugio, quiero consagrarte mi voluntad.

¡Ah! Mamá mía, acéptala, haz un triunfo de la gracia y un campo donde la Divina Voluntad extienda su reino.

Ésta mi voluntad a ti consagrada nos volverá ́ inseparables y nos tendrá ́ en continua relación, las puertas del Cielo no se cerrarán para mí, porque habiéndote consagrado mi voluntad, a cambio me darás la tuya, así ́ que, o la Mamá vendrá ́ a estarse con su hija en la tierra, o la hija irá a vivir con su Mamá en el Cielo, ¡oh! cómo seré́ feliz.

Escucha Mamá queridísima, para hacer más solemne la consagración de mi voluntad a ti, llamo a la Trinidad Sacrosanta, a todos los ángeles, a todos los santos, y ante todo protesto, y con juramento, el hacer solemne consagración de mi voluntad a mi Mamá celestial.

Y ahora Soberana Reina, para concluir te pido tu santa bendición para mí y para todos, tu bendición sea celestial rocío que descienda sobre los pecadores y los convierta, sobre los afligidos y los consuele, descienda sobre el mundo entero y lo cambie al bien, descienda sobre las almas del purgatorio y apague el fuego que las quema, tu bendición materna sea prenda de salvación a todas las almas. Amén.

CONSAGRACIÓN A JESÚS REY 
DEL UNIVERSO

¡Oh Jesús! Rey de Reyes, Dios de bondad, de amor y de misericordia; yo adoro, amo, agradezco, glorifico, tu Voluntad Santísima emanada de tu omnipotencia, guiada por tu sabiduría y acompañada por tu bondad y tu amor. En todo lugar y en todo tiempo, sea en la alegría, en el dolor, tu Santísima Voluntad y tu divino amor, sean las estrellas que mire, la ley que me gobierne, el aire que respire, el latido de mi corazón, la sustancia y la vida de mi vida.

Con esta finalidad, uno todas mis oraciones y acciones a las tuyas, toda mi vida a la tuya, así mismo a las de la Virgen Santísima, Madre tuya y Madre mía, a las de San José y a las de todos los elegidos que ha habido y habrá, con todo el bien pasado y futuro, que es posible en el cielo y en la tierra.

Yo consagro y dono todo yo mismo cuanto soy, cuanto tengo, cuanto me pertenece, cuantos me son queridos, mi vida, mi muerte, mi eternidad, todo lo que has creado y crearás a tu Supremo Querer y a tu infinito amor y te pido ¡oh Sabiduría Increada! que me escribas con caracteres indelebles en tu adorable Corazón, como hijo amoroso y celoso de tu Divino Querer y de tu purísimo amor.

Cumplo este ofrecimiento y donación en la potencia del Padre, en la sabiduría del Hijo y en la virtud del Espíritu Santo, a nombre mío y a nombre de todas las criaturas para obtener el advenimiento y expansión del Reino de la Divina Voluntad y de tu divino amor en la tierra.

Haz ¡oh mi Señor! que toda boca, y de todo corazón, como de un Sagrado Altar, se eleve continuamente al Cielo la oración que Tú mismo por primero dirigiste al Padre: "Venga tu Reino y hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo". Así sea. FIAT
FIAT SIEMPRE








3 comentarios:

  1. Por fvor envien El Santo Rosario Meditado en Divina Voluntad: Los Misterios Gloriosos y Luminosos

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  2. Buenos días que tengo que hacer para tener acceso a los misterios luminoso glorioso y luminoso, meditados en Divina Voluntad

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  3. Hola Porfavor los misterios Luminosos y Gloriosos

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